18.10.10

Lo mejor de mí

viernes 12 de febrero de 2010

Lo mejor de mí

Expectativas, un miedo paralizante y una intensa ansiedad me abrumaban con respecto a Abigail. Antes de saber su género profesaba con mis labios que quería otro varón aunque en mi corazón ahnelara una niña y es que, muchas de las cosas dolorosas que sucedieron en mi vida simpre se lo había atribuido al ser yo mujer.

Una simple cosa, el hecho de que fuí molestada sexualmente desde muy temprana edad hasta la 11 años, hecho que tiñó mi vida de dolor, soledad, menosprecio, abandono, lujuría y perverción.

No, no quería una hija en este mundo, expuesta a pasar por lo que yo pasé. Todo este mundo de pensamientos subterrados debajo de una aparente fé sólida en dónde Jehová mi Dios es mi todo, dónde yo soy su sierva y su voluntad es en mí, aunque lloré, grite o patalé.

Hipócrita, serían las palabras del Maestro que me definirían... No confías en Mí... Señor te confieso que no, una de mis grande luchas es creerte, confiar que todo va a estar bien, que Tú estás al control aunque las circunstancias no lo muestren así.

No hay nada que yo pueda hacer o dejar de hacer que añadan o borren una tilde de lo que ya el Señor escribió y aunque en este mundo caído sufrimos, la verdad dice que: TODO obra para bien, para aquellos que amamos al Señor y su buena voluntad es agradable y prefecta. Aunque todo en este mundo me haga desconfiar, debo de confiar en Aquel que no anda en tinieblas, en Aquel que no hay maldad alguna que todos sus caminos son santos, que hace misericordia a millares.

Una vez en medio de la adoración cantabamos a una voz: Señor te daré lo mejor de mi vida, y yo me preguntaba mirando mi vida, Señor qué es lo mejor de mí? no veo nada con lo que te pueda agradar, todo es ordinario, pero ví a mi hijo, Hesed, mi reflejo, el que sin palabras dice quién yo soy, sólo que esta versión por la gracia de Dios tiene la oportunidad de ver la luz a temprana edad y me dije... mi hijo Señor, esto es lo mejor de mí.

De esta misma forma te entrego a Abigail, un estracto de mí, de mi propia escencia Señor, te la ofrezco como ofrenda especial, recíbela Señor y con ello Señor quema todo el miedo, todo el dolor, las expectativas, la ansiedad que pueda tener y dame la sabiduría para instruirla en tu camino y así hacerla verdaderamente lo mejor de mí. En tu nombre precioso Jesús :)

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