18.10.10

octubre 24. Cárcel "La Victoria"

jueves 30 de octubre de 2008

octubre 24. Cárcel "La Victoria"

Siempre he sentido el deseo de visitar las cárceles, pero nunca me animé por miedo. Hace un tiempo estamos montando un drama mudo para presentarlo en la cárcel de mujeres de Najayo.

Fuimos animadas un grupo por una hermana muy querida, quién visitó la cárcel y quedo movida a volver, porque percibió tierra fértil para llevar La Palabra. Un grupo nos animamos y ya montamos la obra, estamos esperando los permisos que señalaran el día en que podamos entrar.

Recientemente se presentó a oportunidad de servir en un operativo médico que se realizaría en las cárceles, lunes y martes en Najayo, miércoles en Azua y jueves y viernes en la Victoria. Mis intenciones era ir a Najayo para ver el ambiente e ir familiarizandome.

El sábado anterior a la actividad hubo una reunión con todos los que asistiríamos al evento, allí me percaté que era casi imposible para mi asistir el lunes a Najayo, porque tenía que renovar pasaporte, porque la semana entrante mi esposo y yo estaríamos de viaje.

Bueno, los nervios empezar a comer mi divina paz. La única opción que tenía era el viernes en la cárcel La Victoria.
La Victoria! Hombres!, no!, no puede ser. Me aterraba verme entre hombres. No sólo porque fui abusada sexualemente en mi niñez sino por un día dos hermanas muy amadas, en su interés por ayudarme con mi depresión me llevaro dónde una "profeta".

La mujer además de contarme mi vida entera refiéndose a pecados que no eran muy populares en mi boca, ella fijó sus ojos en mi y me dijo que en mí había un espíritu de sensualidad que hacía irresistible a los hombres. Esto caló profundamente en mi mente y desde ese entonces hacía todo lo posible por no lucir atractiva a los hombres.

Todo este potencial pensamiento me hizo hasta pelear con Eric, porque el quería que resolviera lo del pasaporte temprano y yo quería cambiar el vierne por el lunes, a través de esta discusión Dios me habló cuando al final de todo pude decirle a mi esposo que sentía miedo. El, como siempre, me apoyó y me animó, entonces estuve un poquito más calmada

El domingo en la casa de mi padre en Moca, el Señor me habló con Isaías 41:13 que dice:

Porque yo soy el SEÑOR tu Dios, que sostiene tu diestra, que te dice: ``No temas, yo te ayudaré".

Le mostré esto a Eric y el Señor confirmó que no eran "las circunstacias" que me habían llevado al viernes. Entonces hice como el Señor me ha enseñado, fijé mis ojos en El y nada de lo que sucedió esa semana pudo quitar mis ojos de El, sólo pr su gracias.

Llega el viernes, amanece y los nervios "conscientes" rondan mi paz al punto de llevarme dar varias vueltas antes de abordar el autobus. Finalmente entro, me siento e intento tranquilizarme, cerrando mis ojos y orando en silencio, estaba tan concentrada en esto que a propósito no le puse atención a la jóven que se sentó a mi lado.

Al arribar al estacionamiento de la cárcel me disculpo con mi compañera por haber sido tan intransigente. Voy al baño de la guagua, dejando que mis compañeras entren primero. Alba, Alba!, me llama Felipe, quién me esperaba en la entrada de la puerta.

Miles de sensaciones me abrumaba. Pratiqué la técnica del caballo y me dirigí directo al lugar que se nos había facilitado para recibir a los internos, sin mirar a la izquierda ni a la derecha, pá lante to' el tiempo. Oramos y el momento llegó. Muchas hombres desaliñados y con pantalones cortos se movían hacia nosotros.

Alba, te toca la adoración, entonces dije: ay Dios mío! para mis adentro, cómo elevar una canción a ti frente a este público?, pero me dirigí al frente, cuando la encargada me llamó y entonces el milagro retante sucedió.

El Señor me dió el increíble honor de "aconsejar" estas personas. La verdad fué increíble!. Yo allá frente a frente a estos hombres "criminales", ministrando la Palabra de Dios, llamándo a estos hombres al arrepentiemiento para que pudiesen recibir el perdón de nuestro Señor.

Poderle decir a estos hombres que Dios les había llevado allá para bendecirlos, para que le conozcan. Hacerles saber que todos somos pecadores, ponerme en su lugares.

Nunca olvidare sus rostros, sus nombres, Robie, Juan, Miguel, Carlos, Jonathan, Francisco, enter otros cuantos. Algunos de ellos cristianos de varios años que habían caído, quienes con mucha vergüenza y necesidad en su corazón me pedían que no me olvidara de ellos. Entonces comprendía a Pablo cuando nos dice: no os olvidéis de los que están en prisión.

Allá hay hermanos nuestros intentando sobrevivir en un mundo donde abunda el pecado puro. Imaginensé si aquí afuera a veces se nos hace cuesta arriba negarnos a nostros mismos para no caer, entonces figurensé que difícil es para estos hombres que la mayoría de veces tienen que sobrevivir a un engaño, a una riña, a tantas cosas allá dentro.

Casi al final hice un recorrido por dentro de las celdas, dá la impresión que caminas por un mercado público, mal oliente y lleno de texturas diferentes, pero lo más bello de todo son sus paredes. Ahí en medio de todo eso, en la mayoría de sus paredes está grabada la Palabra de Dios.

Donde abunda el pecado, sobre abunda la gracia de Dios.

Gloria al eterno y majestuso Rey, sólo El hace las cosas imposibles, posibles!.

Nota: en una de las entrevista llegó lo que esperaba, un hombre llamado Juan se sienta, le saludo y le hago la pregunta que le hice a todos para poder entablar un conversación, por qué usted está aquí?... violación me contestó, sentí un vuelco en mi corazón, entonces comprendí que debía de tratarlo como a todos los demás, hasta el punto de decirle que yo había sido violada, que el era el violador y yo la violada y que los dos delante de Dios eramos iguales... dos pecadores, que necesitabamos arrepentimiento y perdón de Dios a través de la sangre de Jesús. :) sólo Cristo puede hacer algo así!!!.

1 comentario:

  1. Indira dijo...
    Wow Alba...Me regozijo de ver lo que Dios ha hecho y está haciendo en tu vida. Y me siento privilegiada por haber estado ahí en las dos primeras ocasiones en que diste tu testimonio en la cárcel. Dios es fiel...Y tu mayor don es la marca de amor que Dios ha dejado en tu vida...eso es poderoso y nadie te lo puede quitar.
    Todo por amor...El lo dió todo por amor. Indi
    18 de diciembre de 2008 18:35

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