sábado 19 de junio de 2010
Volver a empezar
Seguimos con el tema del gym. Si hay algo bueno que tiene el gimnasio cuando vas sola es que tienes un tiempo prudente para meditar. En un post anterior hablé del comenzar de nuevo desde una perspectiva totalmente diferente a la que la vi hoy: la forma de empezar de nuevo a la manera de Dios.
Bueno, ahí estoy yo nuevamente en mi killer machine, sudando la gota gorda, en este caso específico en la máquina de abdominales. Algo malo que tiene el hacerlo sola, es que nadie (ni un entrenado, ni una amiga o un familiar), te está dando ánimo o hasta distrayendo, para poder lograr levantar las piernas en esa última repetición, cuando la lengua se te pone de corbata.
Pero en el interin, pienso en lo que hacen los entrenadores. Algunos te dividen el tiempo en pequeños grupitos. Vuelven a empezar la secuencia y al escuchar la cantidad más corta, una como que cobra ánimo y fuerzas. Por cada vez que se cuenta 1,2,3,4,5 y 1,2,3,4,5... una cree ya esta terminando y como que todo la carga se aligera, y felizmente puedes completar el ejercicio.
En la vida Dios permite a veces que comencemos nuevamente de cero, lo cual no es menos cierto que produce una gran crisis en nosotros. Al ser humano le cuesta aprender rutinas nuevas, adaptarse, encontrarse, responder a las mil preguntas de su existir cada vez que ocurre una nueva secuencia en nuestra vidas.
Sólo hay que observar que, la única criatura que esta diseñada para aprender a adaptarse al medio y que es dependiente totalmente de este es el hombre. Los animales nacen y a los pocos segundos caminan sin nisiquiera gatear. En cambio el hombre, empieza su entrenamiento de dependencia desde el día que respira aire por primera vez.
Mi oracion es: Señor, cambia nuestra aptitud ante los momentos que se nos presenta una crisis y tenemos que empezar de nuevo. Ayudamos a verte como el entrenador que sólo quiere alivianar nuestra carga en el ejercicio de nuestras vidas, y de paso llenarnos de ánimo y fuerzas para poder cumplir con nuestra rutina.
Con amor
Alba
Bueno, ahí estoy yo nuevamente en mi killer machine, sudando la gota gorda, en este caso específico en la máquina de abdominales. Algo malo que tiene el hacerlo sola, es que nadie (ni un entrenado, ni una amiga o un familiar), te está dando ánimo o hasta distrayendo, para poder lograr levantar las piernas en esa última repetición, cuando la lengua se te pone de corbata.
Pero en el interin, pienso en lo que hacen los entrenadores. Algunos te dividen el tiempo en pequeños grupitos. Vuelven a empezar la secuencia y al escuchar la cantidad más corta, una como que cobra ánimo y fuerzas. Por cada vez que se cuenta 1,2,3,4,5 y 1,2,3,4,5... una cree ya esta terminando y como que todo la carga se aligera, y felizmente puedes completar el ejercicio.
En la vida Dios permite a veces que comencemos nuevamente de cero, lo cual no es menos cierto que produce una gran crisis en nosotros. Al ser humano le cuesta aprender rutinas nuevas, adaptarse, encontrarse, responder a las mil preguntas de su existir cada vez que ocurre una nueva secuencia en nuestra vidas.
Sólo hay que observar que, la única criatura que esta diseñada para aprender a adaptarse al medio y que es dependiente totalmente de este es el hombre. Los animales nacen y a los pocos segundos caminan sin nisiquiera gatear. En cambio el hombre, empieza su entrenamiento de dependencia desde el día que respira aire por primera vez.
Mi oracion es: Señor, cambia nuestra aptitud ante los momentos que se nos presenta una crisis y tenemos que empezar de nuevo. Ayudamos a verte como el entrenador que sólo quiere alivianar nuestra carga en el ejercicio de nuestras vidas, y de paso llenarnos de ánimo y fuerzas para poder cumplir con nuestra rutina.
Con amor
Alba
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